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domingo, 23 de diciembre de 2012

El Gran Lafayette


El Gran Lafayette
No nos equivocaríamos si dijéramos que El Gran
Lafayette, es quizás el ilusionista más excéntrico que ha
existido. Por otra parte, también se le puede contar
entre los mejores artistas de nuestro género y eso a
pesar de que sus contemporáneos lo acusaban de ser un
ignorante en lo que a la magia se refiere. Teniendo en
cuenta que El Gran Lafayette también era un artista de
grandes éxitos y las empresas le pagaban salarios
astronómicos, entendemos que los demás magos
sintieran envidia de su éxito y, seamos francos, algo
tenían que decir para menospreciarlo. Esto continúa
ocurriendo hoy día, lo cual demuestra que la naturaleza
humana no cambia para nada.
El Gran Lafayette nació en el seno de una familia judía
en Munich, Alemania, el 24 de febrero de 1872 y su
nombre original fué Siegmund Ignatius Neuberger. En
este punto merece hacerse notar el hecho de que los
judíos centroeuropeos han dado grandes nombres a la magia tales como Houdini, Goldin, Carl
Hertz, Bellachini y muchos otros aparte del que nos ocupa.
A la edad de 12 años, Siegmund Neuberger emigró a Estados Unidos junto con su padre en
busca de nuevas oportunidades, tal como lo hicieran miles y miles de europeos de aquella
época. Sin embargo el oficio de comerciante de telas y joyas de su padre no le convencía y se
sintió atraído hacia el escenario. Poco se sabe acerca de sus primeros pasos como artista. Se
sabe, eso sí, que primero trabajó pintando escenografías para teatro y que alrededor de 1890,
con un socio llamado Mike Whelan se dirigió hacia el mítico Oeste, rico en minas de oro y plata
con la intención de presentar espectáculos de variedades en los pueblos mineros donde había
mucho dinero. Aparentemente tuvieron éxito en este proyecto pero las duras condiciones y la
falta de ley (cada noche los socios se turnaban para dormir mientras el otro hacía vigilia para
cuidar el dinero) hicieron que Whelan dejara la sociedad. Con el correr de los años viajó a
Inglaterra y se convirtió en un artista reconocido en aquel país.
Siegmund mientras tanto montó un número de tiro de precisión con arco y flechas y entro en el
"vaudeville", como se denominaba a las variedades en los Estados Unidos. Si bien este número
no era nada del otro mundo, trabajo no le faltaba e incluso llegó a actuar en el teatro Alhambra
de Londres. De vuelta a los Estados Unidos estuvo trabajando en teatros menores y en varios
"Dime Museums". Vale la pena que expliquemos en que consistían estos locales pues muchos
magos de la época, incluyendo al famoso Houdini, se formaron en ellos. Un Dime Museum
consistía en un local que albergaba exhibiciones de tipo científico, animales extraños disecados,
etc. y también se ofrecían actuaciones. La entrada costaba 10 centavos o lo que es lo mismo, un
"dime" (léase "daim"). En estos locales no era raro hacer 10 o más actuaciones al día. La paga
era poca y por supuesto, solo actuaban artistas de poca monta o principiantes haciendo el
aprendizaje.
En algún punto de esta época, Sigmund fue cambiando su número y agregando trucos de magia.
En 1898 ocurrió algo que afectaría la vida de varios magos y haría nacer todo un estilo de
magia. En este año visitó los Estados Unidos el genuino mago chino conocido como Ching Ling
Foo y los trucos que presentó causaron furor no solo entre el público sinó también entre los
magos. De sus excelentes trucos mágicos auténticamente chinos, uno de los que más efecto
hacía era la aparición sobre el escenario de una gran vasija llena de agua. Al vaciarla, su
contenido llenaba tres cubos. Durante la semana del 20 de agosto de 1899 Ching Ling Foo lanzó
un reto ofreciendo $1.000 a cualquiera que pudiera realizar el truco de la vasija de agua. Tres
magos se presentaron: Charles Carter, quien luego sería conocido como "Carter, el grande";
William Elsworth Robinson, quien más tarde se convertiría en Chung Ling Soo, el pionero de
los magos occidentales haciendo el papel de chino y por último también se presentó Sigmund
Neuberger.
Este es el método original chino para la aparición de la vasija llena de agua tal como la
presentaba Ching Ling Foo y sus imitadores posteriores. En Europa era conocido desde
mediados del siglo XIX cuando formó parte del repertorio de Philippe (a quien también
se atribuye la introducción en Occidente de los Aros Chinos). El método fue descrito po
J.N. Posin en su libro publicado en Francia en 1853. A la derecha Lafayette hace
aparecer una vasija con un niño y otra con su prerra Beauty usando la misma técnica.
Los tres ejecutaban a la perfección el truco de la vasija china de agua. El reto de Ching era
únicamente una treta publicitaria y ninguno cobró la recompensa pero es interesante notar que a
partir de entonces los tres incluyeron el truco de la pecera en su repertorio. También es curioso
el hecho de que los tres incluyeron magia china en sus espectáculos: Robinson se convirtió en
Chung Ling Soo y fingía ser chino hasta fuera del escenario; Carter creó un gran espectáculo
con el que dio varias veces la vuelta al mundo y en él tenía un cuadro chino. La aparición de la
vasija de agua era uno de sus trucos más comentados. Sigmund, quien pasaría a llamarse El
Gran Lafayette, introdujo en su programa una serie de efectos de transformismo. Uno de estos
era aparecer como mago chino.
En este mismo año de 1899 ocurrió algo más que tendría gran importancia en la vida de
Lafayette. En la ciudad de Nashville, Tennesse, él y Houdini coincidieron junto con otros
artistas en el mismo programa de variedades. Ambos eran jóvenes que estaban en ese momento
luchando por surgir. Por casualidad ambos eran también judíos y seguramente estas dos
coincidencias les hizo ser muy amigos. Houdini regaló a Lafayette un cachorro de perra. Era un
animal sin ningún tipo de pedigrí, una perra callejera. Lafayette le puso como nombre "Beauty"
(Belleza) y este animal se llegaría a convertir en lo más importante de su vida.
En agosto de 1900 Lafayette volvió contratado a Londres por tres semanas. Si bien en su primer
contrato aquí con el número de arco y flecha no había impresionado, con este nuevo número el
cual incluía magia, transformismo y tiro de precisión sí que tuvo un gran éxito. Los empresarios
ingleses le ofrecieron contratos que tuvo que rechazar por tener compromisos previos en
Estados Unidos.
La clave principal del éxito de Lafayette estaba en su espectacularidad. Era un artista que
pensaba en grande. Su número era rico en vestuario y en escenografía. Sus trucos e ilusiones
eran grandes y fastuosas y tenía muchos ayudantes en escena. Cada nueva temporada agregaba
nuevas cosas a su programa hasta que con el tiempo llegó a tener un número de gran
envergadura con hasta 45 ayudantes, varios cambios de escenografía y vestuario, caballos en
escena, y trucos sorprendentes y originales. El número de El Gran La fayette se convirtió
prontamente en una atracción que llenaba los teatros en los que actuaba y por lo tanto los
empresarios lo contrataban como cabeza de cartel. El pensar en grande de Lafayette le dio muy
buenos resultados porque lo aplicaba también en el punto más importante: el salario. El Gran
Lafayette y su compañía eran uno de los números más caros que habían pero nunca dejó de
trabajar porque abarrotaba los teatros.
Aparte de artista, Lafayette era un negociante. Como tal tenía la habilidad para lograr los
mejores contratos y esto hizo que se convirtiera en un artista tremendamente rico. En agosto de
1900 actuó en Londres con su nuevo número como ya dijimos. Volvió a Estados Unidos donde
se convirtió en figura estelar del circuito de teatros Keith. Cambió legalmente su nombre a "The
Great Lafayette" y se nacionalizó estadounidense. Después de actuar por todos los Estados
Unidos volvió a Inglaterra en 1902. Este año fue coronado el Rey Eduardo y la fastuosa
ceremonia de coronación le dio la inspiración para una lujosa secuencia de transformismo que
incorporó en su número. En ella Lafayette salía como el Arzobispo de Canterbury, el Rey y la
Reina, cambiando de un personaje a otro delante del público.
Lafayette fue el primer mago en presentar un truco con un león. En efecto, su sainete mágico
"La Novia del León" fue el primer truco que se realizó con tal animal. Consistía en un cuadro
argumentado en el cual una doncella cristiana que había naufragado era conducida ante el califa
del país a cuyas costas había llegado. Éste le da a escoger entre formar parte de su harén o ser
echada al león sagrado. Ella, por supuesto, escoge el león (!). El amado de la dama aparece
galopando sobre un corcel por el escenario. Lafayette, que hace este papel, se disfraza como ella
y es a él a quien meten en la jaula con
el fiero león. El león salta sobre su
víctima pero de repente se levanta en
dos patas, se quita la piel y es
Lafayette disfrazado de león. El
animal que todos habían podido ver
que era genuino ha desaparecido.
Lafayette le gustaba vivir bien. En
1903 compró una lujosa casa en
Londres pero poco pudo aprovecharla
en los siguientes cuatro años pues se
los pasó viajando con su número por
Estados Unidos y Europa. En Estados
Unidos era dueño de dos vagones de ferrocarril. En uno llevaba su equipo y escenografía y en el
otro iban sus animales y estaban sus habitaciones. Estas eran a todo lujo y estaban adornadas
con cuadros valiosos y otras obras de arte.
¿En qué consistía el número de Lafayette?. Veámoslo en la cumbre de su éxito en la Navidad
del año 1910 cuando presentó su "A Carnival of Conjuring" (Un Carnaval de Magia) en el teatro
Coliseum de Londres donde había sido contratado no por una semana como era lo normal sino
por seis semanas, Después de varios números preliminares a cargo de unas bailarinas, un
tocador de banjo, una pareja de telépatas, una pareja de cómicos y una proyección de
"bioscopio" como llamaban en aquel entonces al incipiente cinematógrafo, se anuncia a El Gran
Lafayette quien sale a escena vestido regiamente. Su primer truco es la red cazapalomas con la
que hace aparecer una por una seis palomas del aire. Lafayette fue quien desarrolló este truco y
el primero que lo presentó en el mundo.
Acto seguido hace aparecer de una tela una cantidad de palomas que vuelan por el escenario y
finalmente, de la misma tela, una cabra. El telón se cierra y Lafayette queda en el proscenio. Un
ayudante le da un guardapolvos y una boina los cuales se pone para interpretar a un pintor. Se
abre el telón y se ve un marco dorado sobre un caballete. Utilizando un pincel grande, Lafayette
pinta mágicamente varios cuadrados de madera los cuales coloca en el marco y una vez juntos
forman un paisaje de una escena campestre.
Después del aplauso coloca un papel en el marco y rompiéndolo por el centro hace aparecer de
ahí a su perra Beauty. En la siguiente escena se ve un cuarto de baño. Hay una bañera cubierta
por una cortina. Lafayette la aparta y dentro hay una mujer bañándose. Ella grita y se incorpora.
Lafayette la cubre con una toalla. De repente quita la toalla y la mujer ha desaparecido.
La siguiente parte del número se titula "Transformaciones y sustituciones". Lafayette sale a
escena caracterizado como Ching Ling Foo, el genuino mago chino y hace la aparición de la
vasija de agua. Sin dar tiempo casi a que el público reacciones, pasa tras un biombo y sale casi
inmediatamente transformado en John Phillip Sousa, el famoso compositor norteamericano de
marchas militares y dirige la orquesta. Posteriormente se caracteriza de pintor y se pone frente a
un biombo en el cual hay una abertura por la cual se puede ver la cabeza de un hombre de raza
negra. Con la ayuda de maquillaje, pelucas y barbas, Lafayette transforma rápidamente a este
ayudante en el presidente de los Estados Unidos, el presidente de Francia y el Rey Jorge V de
Inglaterra. Lafayette sale del escenario y el "rey" sale de detrás del biombo. Se quita entonces la
barba y la peluca y resulta ser el mismo Lafayette. Llama entonces la atención hacia una cesta
que ha estado todo el rato en escena, la abre y de su interior sale el ayudante negro.
En el siguiente cuadro Lafayette interpreta el papel de un escultor y amasa una cantidad de
arcilla que hay sobre una mesa. Con dicha arcilla forma el cuerpo de una mujer imitando la
imagen de Leda del cuadro "Leda y el cisne" de Vasari. Al terminar se sienta en una silla para
admirar su trabajo y se queda dormido. La estatua entonces cobra vida y la mesa se transforma
en un jardín con una fuente iluminada con luces de colores.
En su siguiente cuadro, Lafayette hace aparecer un oso de peluche al que da cuerda con una
llave. El animalito entonces da unos pasos y ejecuta algunas cabriolas. Al parecer se cansa de
este juego y se dirige hacia un libro en el que va pasando las páginas torpemente hasta encontrar
una que le gusta. Lafayette trata de quitarle el libro pero el osito se resiste diciendo que no con
la cabeza y dando pataditas en el suelo.
Después de lo anterior viene un drama mágico en un acto en el que Lafayette interpreta el papel
principal y cuya base argumental es que el gran cirujano, Dr. Kremser, trata de encontrar una
cura para la misteriosa enfermedad de su única hija y la única forma de hacerlo es sacrificando a
su perro. No quiere hacerlo pero si no lo hace su hija morirá. Pide a un sirviente que prepare al
perro para la operación pero éste, conociendo el amor del doctor
hacia los animales, se resiste. El doctor lo hipnotiza y así se ve
forzado a cumplir las órdenes. Mientras, el Dr. Kremser prepara la
anestesia pero se ve afectado por las sustancias que mezcla y cae
dormido. En este estado tiene una horrible pesadilla en la que se le
presenta un personaje con cuerpo de hombre y cabeza de perro.
También tiene una visión de su propio perro y de su hija que le
pide que no lo sacrifique. Trata de abrazar a su hija pero ésta
desaparece. La criatura con cabeza de perro se acerca a él con un
gran cuchillo, le corta la cabeza y la tira al fuego. Entra ahora la
hija del doctor y encuentra el cadáver sin cabeza. Mediante un
poder misterioso hace resucitar a su padre. El perro entra y el Dr.
Kremser lo llama a su lado y lo acaricia. Al cerrarse el telón se ve
al Dr. tirando su escalpelo por la ventana.
La siguiente parte del programa contrasta radicalmente con la escena tan macabra que acabamos
de ver. Consiste en la famosa "Banda Transformista de Lafayette" en la cual el artista dirigía su
propia banda interpretando música de Sousa, Strauss, Offenbach y otros, a la vez que se
transformaba en vestido y gestos en dichos compositores dirigiendo a los músicos con los gestos
característicos de cada uno. Piénsese que en aquel tiempo los directores imitados eran conocidos
por el gran público y por lo tanto está sección de su número obtenía siempre un gran éxito.
La sección musical finaliza con un cuadro espectacular titulado "Overtura 1912" en el cual se
representa en escena la invasión de las naciones con la música de la Overtura 1812 interpretada
por la Banda Transformista de Lafayette apoyada por la orquesta del teatro. Los disparos de un
cañón genuino le agregan emoción al cuadro que termina cuando se instaura nuevamente la paz
y Lafayette sale a escena con vestido militar de gala a lomos de un hermoso caballo blanco
mientras desfilan las tropas por el escenario a medida que cae el telón.
El número finaliza con otro sainete mágico: La Novia del León, del cual ya hemos hablado.
Todo este número requería una enorme cantidad de vestuario y decorado a la vez que equipo
mágico y animales. Todo había sido diseñado por el mismo Lafayette y fabricado bajo su
dirección. En este entonces su compañía la componían 45 personas entre las cuales se contaban
ó carpinteros y 2 electricistas al igual que sus propios tramoyistas pues Lafayette no permitía a
nadie extraño tras bastidores con la excepción del jefe de escena y del bombero del teatro.
Lafayette el hombre
Will Goldston dijo de Lafayette que era el mago más odiado del mundo. La verdad es que como
persona Lafayette era muy especial. Nunca se mezcló con magos aficionados y sus pocos
amigos magos eran artistas ya establecidos como Houdini, Carl Hertz o Chung Ling Soo.
Pagaba muy bien a sus ayudantes pero no dudaba en despedir a cualquiera ante cualquier
muestra de deslealtad o desobediencia. En sus tratos de negocio era muy enérgico siendo uno de
los pocos artistas que podían pararle los pies a cualquier empresario. Los criados de su casa
tenían que llevar guantes blancos en todo momento y para ello tenían que cambiárselos varias
veces al día. Tenía un carácter explosivo y se vio envuelto en alguna ocasión en peleas a puño
limpio por líos de mujeres, por asuntos profesionales o por causa de su perra Beauty.
La mayor extravagancia de Lafayette era el amor desmedido que sentía por Beauty. La perra
actuaba cada noche en el espectáculo de su amo pero además tenía su propia habitación con
cama y baño especial y comía en la mesa en un plato de oro servido por un criado con guantes
blancos. Los criados tenían prohibido referirse al animal como "perro". En sus viajes, Lafayette
solo se hospedaba en hoteles que aceptaran perros y Beauty dormía en su habitación. De hecho,
la perra llevaba un collar de cuero con plaquitas de plata con el nombre de todos los hoteles en
los que había estado. Los cheques de Lafayette tenían impreso un dibujo de Beauty y dos bolsas
de oro bajo el cual se leía: "Mis dos mejores amigos". Lafayette usaba sus propios contratos
especialmente impresos para él. Abajo de ellos había una foto de Beauty y la siguiente frase: "Si
los empresarios fueran tan honestos como tú este contrato no sería necesario". También parece
ser que Lafayette fue el inventor de la conocida frase: "Mientras más conozco a la gente, más
quiero a mi perro" la cual había hecho poner en un rótulo de madera. En comida y artículos de
aseo para Beauty Lafayette se gastaba en una semana lo que un obrero tardaba en aquel
entonces diez semanas en ganar.
En cierta ocasión entró a un restaurante con su inseparable Beauty y el gerente vino a llamarle la
atención y decirle que sacara al animal. Cometió el error de mencionar la palabra "pulgas".
Lafayette se ofendió mucho y dijo que su perra era más limpia que mucha gente y que ahora no
se iría del restaurante. El gerente llamó a un par de policías de paisano que entraron a sacar al
mago y a su animal. Sin mediar palabras Lafayette sacó la mano y le dio un tremendo puñetazo
en la cara a uno de ellos. Por descontado que perro y amo fueron a parar a la policía. Al llegar el
caso a juicio Lafayette se defendió hábilmente diciendo que había sido un caso de confusión de
personalidad pues al no estar uniformados los policías él creyó que eran dos ladrones que le
venían a robar los valiosos anillos de diamantes que llevaba puestos.
Beauty vivió 15 años y su muerte un drama. En mayo de 1911, después de sus seis exitosas
semanas en el Coliseum de Londres y de otros contratos de éxito alrededor de Londres y en
Manchester, Sheffield y Newcastle, Lafayette comenzó una gira escocesa en el teatro Empire
Palace de Edimburgo. Como siempre habían grandes colas en la taquilla por lo que tanto la
parte comercial como la artística estaban muy bien. Sin embargo la perra enfermó. Lafayette
contrató entonces a un médico de renombre quien junto con dos enfermeras estaba de guardia
las 24 horas del día. A pesar de ello el animal murió mientras dormía el día 4 de mayo. Esto fue
un tremendo choque para Lafayette. Un amigo que lo visitó en el hotel para darle el pésame lo
encontró desconsolado a los pies de la cama en la cual estaba Beauty sobre un cojín de seda y
rodeada de flores. Lafayette actuó esa noche con lágrimas en los ojos.
Los funerales de Beauty fueron otra muestra del amor desmedido del mago por su mascota.
Beauty fue embalsamada no por un veterinario sinó por un médico miembro del Real Colegio
de Cirujanos. Contrató a la mejor empresa de pompas fúnebres para que compraran una tumba
pero hubo problemas porque los cementerios se negaban a enterrar un perro en sagrado.
Finalmente el cementerio de Piershill accedió siempre y cuando la fosa sirviera para enterrar
también al mago cuando éste falleciera.
La perra fue puesta en un ataúd de madera fina forrado de zinc y el interior tapizado de seda. Su
cabeza descansaba en una almohadilla también de seda y a su lado tenía su valioso collar. Cada
día el desesperado Lafayette visitaba la funeraria para ver al animal embalsamado y lo mismo
hacía cada noche después del espectáculo regresando a su hotel de madrugada. El día escogido
para el entierro de Beauty fue el 10 de mayo.
La muerte de Beauty afectó enormemente a Lafayette. El animal se había convertido a través de
los años en una especie de amuleto para él y Lafayette creía firmemente que toda su suerte
dependía de ella. Con Beauty muerta el mago tenía la certeza de que su suerte se había agotado
y que él mismo moriría pronto. Este extraño presentimiento se hizo realidad pues Lafayette
murió la noche del 9 de mayo de 1911, lo cual permitió que el amo fuera enterrado pocos días
después del funeral del animal que tanto amó.
La muerte de Lafayette
La dramática muerte de Lafayette estuvo rodeada de circunstancias tales como la muerte de su
amada Beauty y también por el misterio. Su muerte ocurrió, como ya hemos dicho, un día antes
del día en que se iba a enterrar a Beauty y tuvo lugar en el mismo escenario del teatro Empire
Palace de Edimburgo en uno de los fuegos más terribles que había habido hasta entonces en un
teatro en el que, a pesar de no haberse quemado más que el escenario y no haber habido ninguna
víctima entre el público, entre los artistas hubo diez muertos, uno de ellos el mismo Lafayette.
Estaba a punto de terminar la segunda función de la noche pues solo faltaba el último cuadro,
"La Novia del León". En medio de la representación se pudo ver el fogonazo de un corto
circuito proveniente de una lampara ornamental. A los
pocos se gundos la lámpara se incendió y cayó al escenario
inflamando en su caída un telón. El fuego se propagó
rápidamente por la escena. Un responsable del teatro dio la
orden de abrir las puertas de emergencia y el público
comenzó a salir en orden. El director musical de Lafayette
se subió a dirigir la orquesta para calmar al público y que no
hubiera pánico. Lo logró pero más tarde perdió la vida.
También se dio la orden de bajar el telón de acero contra
incendios.
Dentro del escenario, muchos artistas, en vez de escapar,
corrieron a los camerinos a buscar sus pertenencias. Varios
no pudieron volver a salir. En su celo por proteger los
secretos, Lafayette había hecho clausurar la puerta metálica
que comunicaba el escenario con el auditorio. La otra puerta
de salida estaba cubierta con bastidores de escenografía.
Estos, sin embargo, fueron retirados en pocos segundos y
por esta puerta escaparon todos los que se salvaron. Alguien vio que Lafayette también había
escapado pero al oír los relinchos de su caballo que junto con el león y los otros animales había
quedado atrapado, volvió dentro para salvarlo. Ya no pudo volver a salir porque por desgracia al
entrar por la única puerta abierta y atravesar el escenario en llamas, quedó atrapado del otro lado
donde la única salida era la puerta que comunicaba con la sala y que él mismo había hecho
cerrar.
Después de extinguir el incendio las autoridades recobraron ocho cuerpos. Uno de ellos fue
identificado como Alice Dale, una chica de 17 años. Fue encontrada dentro de un disfraz de oso
de peluche. Así se supo uno de los secretos de Lafayette. Uno de los heridos más graves murió
en el hospital posteriormente. De los últimos dos cadáveres encontrados, uno fue identificado
por la ropa como El Gran Lafayette.
Los restos de Lafayette fueron llevados a Glasgow para su incineración ya que Edimburgo no
poseía crematorio. Mientras, un diario publicó que uno de los miembros de la Banda
Transformista de Lafayette no había aparecido. Se trababa de un trompetista de nombre
Richards. Se pensaba que su cadáver podría estar en algún lugar bajo los escombros del
escenario.
EI viernes que siguió a la tragedia, el abogado de Lafayette pidió a un ayudante suyo que fuera
al teatro y buscara entre las ruinas del escenario para ver si encontraba algo de valor. El
abogado sabía que Lafayette siempre llevaba puestos dos anillos de diamante pero cuando él
había visto los restos del mago, faltaban los anillos. El ayudante se personó en el teatro y
comenzó una búsqueda a fondo. A un lado del escenario había un agujero que hasta hacía poco
había quedado cubierto por el pesado telón de hierro de seguridad el cual había caído sobre el
escenario durante el incendio. El ayudante se asomó en aquel hueco y descubrió con horror un
cadáver carbonizado que había caído por ahí hasta el sótano. El cuerpo fue sacado y en su mano
llevaba dos anillos de diamante. Posteriormente fue identificado de forma positiva como los
restos del Gran Lafayette. ¡Habían cremado al cadáver equivocado!
La razón de la confusión de cuerpos es muy sencilla. En su trabajo de transformismo y cambios
rápidos Lafayette usaba un doble. El músico Richards era su doble y por esa razón estaba
vestido igual que él cuando se desató el incendio durante La Novia del León. Al encontrar un
cadáver irreconocible pero con restos de ropa y sobre todo con una espada similar a la usada por
Lafayette, todos creyeron que se trataba de él.
Ante este contratiempo hubo que pedir un permiso especial para enviar a toda prisa a Glasgow
los restos del artista para su cremación de forma que sus cenizas estuvieran de vuelta en
Edimburgo para el domingo 14 de mayo, fecha del funeral. El mismo director de la funeraria
tuvo que hacer arreglos para viajar por la noche con los restos y volver por la mañana.
El entierro de Lafayette
Si Lafayette fue espectacular en su vida, muerto no lo fue menos pues su funeral, con todas las
circunstancias que rodearon su muerte, fue algo para no olvidar en mucho tiempo tanto así que
un periódico lo calificó como "el más grande espectáculo gratuito que la capital escocesa había
presenciado en mucho tiempo" . Se calcula que entre cincuenta y cien mil personas se
aglomeraron en las aceras para ver el paso del cortejo. Éste estaba compuesto por veinte
carruajes encabezados por la carroza fúnebre tirada por cuatro caballos belgas azabaches
coronados con plumas negras. En el centro venía la urna con las cenizas del mago cubierta con
un palio de terciopelo morado adornado con una cruz blanca.
El segundo coche de la procesión era el Mercedes de Lafayette cubierto de crespones y con el
interior totalmente tapizado de negro. Fritz, el chofer de Lafayette conducía y dos criados
negros iban haciendo guardia montados en los estribos del coche. Dentro iba un solo ocupante:
Mabel, la otra perra favorita de Lafayette. A este coche seguían siete carrozas abiertas repletas
de flores y luego venían varios carruajes con los deudos, incluyendo al hermano de Lafayette, su
manager, un representante del teatro Empire Palace, el mago Horade Goldin y su esposa y Lalla
Selbini, la bella ayudante de Lafayette. Un destacamento de policía montada escoltaba el cortejo
y despejaba la vía.
Al acercarse al cementerio de Piershill, la orquesta del teatro Empire Palace comenzó a tocar la
marcha fúnebre de Chopin. El cortejo se detuvo frente a la tumba que Lafayette había hecho
comprar para Beauty. Se habían hecho los arreglos para que las cenizas del mago fueran
depositadas dentro del ataúd con su mascota y así lo hizo el director de la funeraria y puso la
urna entre las patas muertas del animal.
Aquí surgió una complicación pues los asistentes, sabiendo que Lafayette era judío esperaban
que fuera enterrado según los ritos de dicha religión pero un representante de la sinagoga de
Edimburgo explicó que no era posible efectuar el ritual mortuorio ya que sería un sacrilegio en
vista de que se estaba enterrando a una persona junto con un perro, animal considerado impuro.
Esto causó gran indignación entre los deudos que no podían creer que se fuera a enterrar a
Lafayette sin ningún tipo de rito religioso. Fue por fin un pastor de la Iglesia Presbiteriana quien
se ofreció de voluntario y condujo el ritual funerario, lo cual fue de agradecer por parte de los
congregados.
Así, tan espectacularmente como había actuado en los escenarios, se despidió de este mundo El
Gran Lafayette. La tumba en la cual reposa junto con su adorada Beauty todavía puede verse
cerca de la entrada el Piershill Cementery en Edimburgo, Escocia.


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